Pili Añón Figueras es la propietaria de LIBRERÍA PAPELERÍA PILI, ubicada en calle mayor, nº 6 de Calanda.

En este establecimiento comercial podemos encontrar todo lo que esté relacionado con libros, papelería, material escolar y prensa.

COMIENZOS

Abrió su comercio el 25 de marzo de 1985, tomo la decisión después de escuchar una conversación que le impulsó a hacerse autónoma y pasados 36 años de actividad nos asegura que está muy satisfecha con su trayectoria laboral porque se ha relacionado con la gente y con los niños del pueblo, que después la saludan y reconocen por la calle.

ADAPTACIÓN

Reconoce que la forma de vender ha cambiado mucho, la competencia con internet es constante, las ventas de libros, prensa y revistas han disminuido mucho, aunque sigue teniendo clientes fieles que siguen leyendo en papel.

Tengo clientes de prensa de todos los días, a las personas mayores les siguen gustando los periódicos en papel, lo tradicional. En este trabajo no hay vacaciones, solo hay tres días del año que no trabajo, Navidad, Año Nuevo y Sábado Santo.

PERFIL DE CLIENTES

Sus clientes tienen edades muy diferentes, desde los niños de séis o siete años que compran su material escolar y sus “chuches”, adultos que leen las novedades de literatura y novela como los premios Planeta, hasta clientes de noventa años que compran su prensa diaria.

Llevo 36 años vendiendo lo mismo y por mi librería han pasado los abuelos, después los padres y ahora los nietos, la verdad es que me gusta pensar que mi librería forma parte de la historia de Calanda.

CONSEJO A UN EMPRENDEDOR

Hay que tener mucho ánimo y ser fuertes para mantener un negocio pero no hay que tener miedo y tirar para adelante. Los principios siempre cuestan, cuando yo empecé también eran tiempos difíciles y salimos adelante.

FUTURO

De momento se mantiene bastante bien, pero el comercio online nos está perjudicando, es muy difícil competir con las grandes plataformas, antes encargábamos muchos libros de texto y de lectura, ahora directamente se lo encargan ellos.

Mi trabajo es mi mejor terapia, sobre todo los niños que me transmiten una energía increíble, mientras tenga salud no me planteo jubilarme.