Isidoro Rueda Jarque es el propietario de una peluquería unisex desde 1993 en Calanda, en plaza Oliva Gasque

COMIENZOS

Su padre fue barbero y sus hermanas trabajaban en peluquería, cuando tuvo que decidir su profesión barajo tres opciones fisioterapia, cocina y peluquería, fue esta última faceta la que eligió, pensó que este trabajo tenía proyección y no le faltaría empleo. Se formó durante unos años en Valencia en la Escuela de Caballeros de Peluquería, de gran prestigio, esto le ha permitido diferenciarse en su corte de caballeros, actualmente continua haciendo cursos de formación que le enseñan las últimas tendencias en colores, cortes, estilos

Me gusta mucho cuando los cuellos están bien definidos, los recogidos son de calidad, el sentirte orgulloso de lo que has hecho, en definitiva la creatividad que le puedes aportar a esta profesión.

FORMACIÓN CONTINUA

La Asociación de Peluqueros les permite a los asociados en Teruel traer a formadores de gran calidad sin tener que desplazarse.

Han cambiado las técnicas de color pero los cortes van y vienen, se les da cierto toque que lo actualiza, pero en definitiva son ciclos, se trabajan estilos sobre otros que se hicieron hace tiempo. Cada profesional aporta pero hay que contar con la personalidad del pelo de cada cliente.

A lo largo de su trayectoria ha creado puestos de trabajo, por su empresa han pasado varias personas que además se han formado y después han abierto su propio establecimiento.
Aconseja a los nuevos peluquer@s que salgan de la academia que se formen y hagan cursos de perfeccionamiento:

Es cuando realmente se pueden absorber más profundamente los conocimientos porque ya tienes la base, que trabajen en otros salones y sobretodo que cuiden su forma física, ya que esta profesión acarrea posibles problemas de espalda con el tiempo.

Su propio deterioro físico le llevo a descubrir y aprender Yoga, terminó formándose como profesor, hizo cursos de orientador en terapias alternativas y tratamientos de homeopatía, actualmente da clases.

FUTURO

El futuro de la peluquería en las ciudades con la competencia de precios y con la apertura de establecimientos que trabajan a low cost parece complicado.

En las circunstancias adversas hay que luchar, los años buenos parece que han quedado atrás y ahora se compite más a precio, cada uno tiene que encontrar su sitio, hay que confiar en que la vida nos dará la posibilidad de desarrollarnos a cada uno en nuestra profesión y lo más importante, como personas.