Almacenes Celma

Trinidad y Conchita Celma Galindo han sido las propietarias desde hace mas de 40 años de Almacenes Celma, unos de los comercios más antiguos de Calanda.

Todo comenzó con sus abuelos en Mas de la Matas, población muy cercana, aunque pronto se trasladaron a nuestra localidad donde establecieron su comercio a principios del siglo XX.

Después de la Guerra Civil su padre aprendió sastrería y confección y se hizo cargo de la empresa dedicándose a realizar camisería de trabajo y de vestir para caballero y confección a medida. También vendían metrajes de telas para las señoras que acudían después a su modista donde le hacían sus prendas a medida, entonces no existía la confección hecha como la conocemos hoy en día, no era posible comprar una prenda acabada, había que elegir la tela y buscar un sastre o modista que te la confeccionara.

Según nos cuenta Trinita en la entrevista siempre tuvo claro que se dedicaría al negocio familiar y en 1974 comenzó a trabajar con sus padres para tomar las riendas definitivamente en 1984. Almacenes Celma ha sido un comercio de tercera generación, algo bastante inusual en la actualidad.

Han sido unos almacenes del textil de referente comarcal, con muchos clientes de todas las poblaciones cercanas, han prestado un servicio casi esencial porque la gente no disponía de otros canales de compra.

A lo largo de los años fueron adaptándose a las necesidades que había en el entorno, al principio el consumidor hacía una compra local y aunque había menos consumo, era de mayor calidad, actualmente buscamos producto más barato y de menor duración. En Almacenes Celma podías encontrar casi de todo, ropa de hogar, cortinas a medida, toda clase de telas para confeccionar prendas, ropa de mujer, moda de caballero, ropa de trabajo, toda clase de ropa infantil, lencería, pijamas etc., incluso confeccionaban túnicas de Semana Santa a medida en todos los colores de los pueblos de La Ruta Del Tambor y del Bombo.

Trinita asegura que su trabajo le sigue gustando mucho, siempre disfrutó de comprar y vender, le encantan los días en los que su tienda está llena de gente y el ambiente de compra es genial, cuando todo el trabajo vale la pena. Lo único que cambiaría sería su formación en tecnología para enfrentarse mejor a los retos que le han supuesto estos últimos años, aunque indiscutiblemente ha sabido adaptarse y defenderse en el mundo empresarial hasta el final. Ella, que ha sido mujer empresaria anima a los nuevos emprendedores, aunque reconoce que el pequeño comercio se ha visto afectado y disminuido por internet y por el textil chino.

El Comercio local, indiscutiblemente, genera una economía circular, esta empresa familiar creó puestos de trabajo para mujeres de la localidad, llegó a tener cuatro trabajadoras a jornada completa, aunque actualmente solo tenían a dos.

Nos despedimos de uno de nuestros comercios más antiguos y emblemáticos, un referente sin ninguna duda  que quedará en la memoria colectiva de los calandinos y damos la bienvenida a Mariló Almacenes, deseándoles mucha suerte, son dos jóvenes emprendedoras que se ponen al frente de estos almacenes textiles, aunque a ellas las conoceréis en un próximo artículo.